Si esta imagen no te emociona, no te gusta el cine de verdad

jueves, 28 de julio de 2011

DÍAS DE VINO Y ROSAS



El título se toma de los versos de un poema del autor inglés Ernest Dowson (1867-1900).



“Recoged las rosas mientras podáis,
largos no son los días de vino y rosas.
De un nebuloso sueño surge nuestro sendero,
que se pierde en otro sendero”.


Jack Lemmon nos sorprende con esta interpretación, muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados. Nos encontramos con un drama llevado de la mano de Jack Lemmon y Lee Remick. Dirigidos por Black Edwards y con guión de J.P. Miller, esta película, nos adentra en un drama duro, desgarrador, de una tremenda sensibilidad que nos hace sentir el dolor y la impotencia. Nos sorprende una temática donde ambos personajes se adentran en el mismo problema, siendo sus antagonistas ellos mismos. Al estar los dos protagonistas inmersos en el mismo drama se hace más patente la situación y a la vez, angustia más. No hay escapatoria ni respiro en la película para ninguno de los dos protagonistas.


Es curioso que un actor y un director que nos tienen acostumbrados a la comedia, nos presenten este impactante drama, donde dos protagonistas se verán envueltos en una lucha interior, una lucha con ellos mismos para intentar escapar de un pozo en el que se adentran cada vez más.


BLACK EDWARDS

Jack Lemmon interpreta a Joe Clay, un jefe de relaciones públicas que se enamora de Kirsten Andesen (Lee Remick) en una fiesta. A partir de ese momento comenzará un angustioso romance.


Jack Lemmon nos tenía, como he comentado antes, acostumbrados a la comedia y a sacarnos unas cuantas carcajadas. Ha protagonizado otras películas donde se nos muestra serio, como por ejemplo ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? Pero en esta, no solo se muestra serio, sino que protagoniza un drama bastante duro. Su interpretación es de diez. Lee Remick le acompaña y no se queda atrás, ya que su actuación es magistral. De lo mejor que he visto de ella. Pese a que no es una de mis actrices predilectas, reconozco que en esta película, esta estupenda.



Ambos personajes están perfectamente dibujados, su personalidad, su psicología, sus fuerzas y sus debilidades. Ambos evolucionan y nos muestran, durante todo el metraje, su angustia y su dolor.

Los diálogos son muy buenos, tienen las frases justas. Un buen guión, donde las imágenes cuentan mucho y los diálogos se cargan de fuerza y personalidad. Nunca he visto una película que refleje tan bien una situación como la que viven los dos protagonistas. Los cambios de humor, de la alegría a la tristeza, la euforia, el llanto, los gestos y las miradas son escalofriantes. En esta película se siente miedo, es un terror diferente a las películas de terror clásicas, es un miedo a esa boca que te puede engullir sin que te des cuenta. Juzgamos lo que vemos y pensamos que eso solo les pasa a determinadas personas, pero ¿quién sabe lo que le pasa a cada uno a lo largo de su vida? No es tan difícil caer, porque, en el fondo, somos seres débiles, que nos vamos salvando y protegiendo de la mejor manera que podemos o sabemos.



El ritmo de la película va en aumento, generando tensión dramática a cada momento, a medida que la película se adentra más en el hoyo, el ritmo cambia. Es como una obra de teatro donde la ambientación es estupenda. Las cuatro paredes en la que se desarrolla casi todo el infierno que van a vivir, te hace angustiarte con ellos. Te va envolviendo y sientes que no hay escapatoria, que se hunden cada vez más. Es una situación aterradora que, por desgracia, seguramente se dará en más de un hogar en la vida real. No hay lugar para el descanso, es un profundo pozo en el que se van metiendo y no nos dan tregua, es triste y tremendo, de principio a fin.


Esta claro que Black Edwards maneja perfectamente la cámara en cada momento y sabe dirigir este drama de manera muy desgarradora. Nos encontramos planos magistrales, picados y contrapicados, escenas que te dejan fría, como la de la búsqueda de la botella en el invernadero.




Billy Wilder, otro de los grandes directores de comedia, unos cuantos años antes, se atrevió con una película que trataba la misma temática “días sin huella” (1945) con Ray Milland y Jane Wyman. Otro peliculón de Wilder.

Ray Milland y Jane Wyman

En cuanto a la música, que puedo decir, es del gran Henri Mancini. Incorpora la canción de voces mixtas “Days of Wine and Roses” (Mancini y Mercer). Añade dos temas ajenos: “Rock-a-Bye Baby” y “I Only Have Eyes for You” (Warren). Esta cinta gano un Óscar a la mejor canción. La fotografía, de Philip Lothrop, nos muestra un fantástico blanco/negro con un claroscuro en las imágenes, que, visualmente es increíble, las imágenes y la luz, nos hablan de los personajes.

Es una película con buen guión, cargada de una gran tensión dramática y con dos protagonistas que no parecen actores de lo bien que lo hacen. Os la recomiendo, no dejéis de verla.


viernes, 22 de julio de 2011

MYSTIC RIVER

Ya estoy de nuevo con todos vosotros para hacer una reseña de una gran película. Otra de mi adorado Clint Eastwood.

Este peliculón dirigido por Clint Eastwood en el 2003, nos envuelve en una historia trágica, cargada de sentimientos, donde se entremezclan dudas, inseguridades, amistad y venganza.



Mister River esta basado en la novela de Dennis Lehane, la cual tengo y estoy pendiente de leer (tengo tantas cosas pendientes snifff). Según Clint, nada más leerla dijo: “es un relato fascinante con enormes posibilidades para su adaptación al cine. Sus personajes son complejos e interesantes y están muy bien definidos”. Cuando Clint empezó a considerar qué guionista podría adaptar mejor a la pantalla esta novela pensó en Brian Helgeland.



Cuando el guión llego a manos de los actores que Clint había elegido a conciencia, estuvieron encantados de hacer la película, tanto por el guión, que les intereso enseguida, como por el director. Se empaparon bien de los personajes y los interiorizaron para conseguir meterse en su piel. Según Robins, "el rodaje fue de maravilla, Clint les trataba de igual a igual y siempre con buenas palabras".

La película se rodo enteramente en Boston. Clint así lo quiso. Dijo que no existía otro sitio donde se pudiese rodar Mystic River. Incluso los decorados interiores se realizaron en un taller situado al sur de Boston.

El galardonado diseñador de producción Henry Bumstead, que ganó sendos Oscars por su trabajo en Matar un ruiseñor y El golpe, y que también estuvo nominado por De entre los muertos y Sin perdón, fue el responsable de la reproducción exacta de todos los interiores de las viviendas del barrio, así como también de la construcción del fatídico Black Emerald Bar, donde transcurre la escena más importante de Mystic River. Clint tenía una confianza ciega en este diseñador, al que le consideran el mejor que ha conocido, según Clint sabe resolver cualquier situación creativa que se presente y es capaz de utilizar los elementos visuales que encajan perfectamente con cada película.



Las sublimes interpretaciones de Sean Penn y Tim Robins nos dejan con la boca abierta, al igual que la de Kevin Bacon, que aunque es menor su interpretación, en esta película queda perfecto. Este trío de amigos va a pasar por una serie de pruebas morales que les harán retroceder al pasado, conocerse a ellos mismos y experimentar sensaciones que hasta el momento estaban enterradas en el inconsciente.



Sean Penn, que interpreta a Jimmy Markum, hace una actuación magistral, sus diálogos son desgarradores y para mi es una de sus mejores actuaciones en la pantalla. Sabe transmitir de forma fiel lo que el personaje siente y piensa en cada momento, nos sentimos unidos a él, queremos hablarle, consolarle, decirle que todo saldrá bien. Entendemos tanto al personaje que llega hasta a dolernos.


Tim Robins, que interpreta a Dave Boyle, lo hace de lujo, su angustia y sus traumas infantiles van emergiendo a la vez que va evolucionando la trama y, aquí Clint, nos confunde a propósito para que no sepamos muy bien a qué atenernos.



Respecto a Kevin Bacon, que interpreta a Sean Devine, he de decir que es el papel más flojo, lo hace correcto. Para la película esta bien, tampoco le pedimos más, simplemente que haga su papel, estamos tan centrados en los otros dos personajes que no importa que este flaquee algo, quizás no flaquea tanto, pero, al compararlo con la interpretación de Penn y Robins. Lo que sí es cierto es que Bacon hace una buena escena final cuando habla con Penn, no os desvelo nada para los que aún no la han visto.



Las mujeres de estos personajes son para analizar. La mujer de Jimmy Markum (Sean Penn), Ananabeth Markum, interpretada por Laura Linney se nos muestra sensible, amable, amante de su marido y, hasta casi el final de la película, no se nos revela como una verdadera y auténtica reina de la mafia, increíble el diálogo final de ella con Penn, te quedas alucinando, literalmente. Quizás debería haber dado muestras de su carácter un poco antes para no quedarnos pasmados.



La mujer de Dave Boyle (Robins), Celeste Boyle, interpretada por Marcia Gay Harden, es una mujer asustadiza, pusilánime, que acude a Jimmy cuando se siente preocupada y empieza a desconfíar de todo. Es un personaje que al final se queda igual que empezó, no se produce evolución ninguna. Se trata de la parte débil de la pirámide y, en esta película, se muestra quienes son los débiles y quienes los fuertes. La mujer de Sean Devine (Kevin Bacon), es la historia más floja de todas, ya que no suma ni resta, simplemente se nos dan datos de ella respecto a la vida de Sean y al final se resuelve de una manera precipitada para cerrar su historia.


Es una película que te envuelve tanto por la trama, como por los personajes. Clint es un mago para hacer personajes redondos, cargados de humanidad y de personalidad que evolucionan a la vez que avanza la historia. Clint te va llevando por la historia hacia donde quiere y te hace sentir en todo momento angustia, duda e intriga. Este director es de los pocos que quedan que sigue dirigiendo como los grandes clásicos.


Nos muestra que la casualidad, te puede cambiar la vida, a estos personajes les une una situación dramática del pasado y han ido creciendo y llevando vidas distintas con esa carga en sus hombros que nunca olvidarán. Lo que has vivido puede cambiarte y determinar gran parte de tu vida. Estos tres personajes, unidos por la amistad y por una situación trágica vivida desde niños, se vuelven a encontrar venticinco años después debido a una tragedia que se irá resolviendo de una forma que nos mantendrá en suspense toda la película.



Las películas donde se combina la importancia de los personajes y su evolución, a la vez que se resuelve un misterio me parecen tremendamente difíciles de hacer. Es como en el secreto de sus ojos, thiller y drama, donde los personajes van a la par con la trama.

No dejéis de verla. Merece mucho la pena. Os aseguro que es de las buenas de Clint.

domingo, 17 de julio de 2011

GAFAS CON CREMA DE PROTECCIÓN 30

Hola amigos blogueros!!

Os tengo un poco abandonados porque he estado en la playita unos cuantos días y llegué este mismo viernes 15. Si amigos, en la playita, habéis leído bien. Es muy duro y alguien tenía que ir a la playa y sacrificarse con días de sol y playa. Yo me ofrecí voluntaria, jajaja!! Después de esto me odiaréis pero os voy a contar como ha sido uno de mis días playeros. La playa es un hervidero de historias que superan la ficción en muchos casos. Abstenerse los que sufran de corazón o sean muy sensibles al buen comer y la buena vida porque lo que voy a relatar a continuación tiene todos estos ingredientes. No te preocupes Miguel, que esta semana publico alguna peli para empezar de nuevo con nuestro gran cine.


Ese día, en concreto, era martes, me levante a las 7 de la mañana (una locura, sí, lose, me levante por propia iniciativa, nada de despertador). Os preguntaréis qué demonios hacia levantada a esas horas en vacaciones. Tranquilos, ahora os cuento (cuando lo averigüéis, seguiréis pensando lo mismo, que es una locura, jajaja).  Bueno al lío, me levanté a las 7, desayune fruta, galletas y cereales y un vaso de agua, nada de lácteos. A continuación me puse unos pantaloncitos cortos color negro (marca decatlón), camiseta de tirantes color verde (marca decatlón), zapatillas (estas no son marca decatlón, son de las “guenas” porque es lo más importante para lo que hago). Para terminar, mi MP3 dentro del manguito de mí brazo ¿Ya os vais imaginando para qué? Así es, soy una runner loca y casi todos los días salgo a correr. Salgo tan temprano para que el sol no me deje deshecha, que con calor se corre fatalllllllllll.


Ya estoy preparada para salir, música, pantalón corto, zapatillas, camiseta de tirantes y a la calle. Me dirijo hacia el paseo de la playa sobre las 7.30 de la mañana, el sol está bajo y le tapan algunas nubecitas que me vienen de lujo para correr. Un reloj gigante en el paseo me mira extrañado al verme tan temprano y me dice que ya tenemos 24 graditos. En ese momento pienso: no hace calor, no hace calor, aún se está bien!!! Me situó en el paseo, como un vaquero a punto de desenfundar, pero en lugar de eso elevo el brazo a la altura del pecho, giro la muñeca y marco en mi reloj el tiempo y todas las chuminadas que os podáis imaginar para correr como si me persiguieran una docena de búfalos.


Ya estoy preparada, le doy al reloj y comienzo a correr!! Algunos corredores que me encuentro me miran de reojo pensando: otra loca a las 7.30 de la mañana. Empiezo a correr por el paseo, la música a todo volumen, son las 7.50, ya llevo 20 minutos y siempre pienso: porque hago esto, que locura, que calor, que….que bien me siento corriendo.....ya han pasado los 30 minutos cruciales y ya todo es posible, la playa es mía, ya no hay quien me pare. Estoy sudando a chorros, me subo la camiseta para quitarme el sudor de la frente y de los ojos y sigo sin parar, ya llevo 50 minutos, me pararé a la hora o quizás a la hora y 10 minutos, según me dé, jaja! Quedan 5 minutos para terminar  los 11 km y cuando paro, amigos, cuando paro, esa fatiga y esa alegría de haber corrido, que libertad, que momentazo señores, gran momento (el que corra lo entenderá y el que no pensará que estoy loca y no le quito la razón). Mi familia me dice que eso no son vacaciones, que no descanso, pero descanso y mucho, me gusta entrenar, la adrenalina, es eso, adrenalina.


Vuelvo al apartamento y la ducha me sabe a gloria. Me esperan unos churritos para desayunar (mi segundo desayuno, claro), leche freasquita con nesquik y unos churritos mojaditos en azúcar, que vida más dura, uffff. Después de este estupendo desayuno en la terraza del apartamento, donde corre una ligera brisita y se ve el mar que me llama para que vaya a chapotear un poco, me pongo un bikini que no trikini (nunca entendí la moda del trikini, la verdad), en fin, me pongo el bikini y lista para la playita que la tengo a dos pasos, al llegar despliego la toalla y caigo rendida boca abajo como si realmente un vaquero me hubiese disparado en ese paseo de corredores locos, me quedo un poco adormilada, con el regustillo de la carrera y el gran desayuno, me quedo algo torrijilla en la toalla, que buena vida esta, brisita del mar, ruido de olas, comentarios de los que van llegando que son divertidísimos de oír, que buena vida, sí señor.




Como os decía, en la playa hay un material inagotable para escribir. Cuando estudié guión de cine escribía hasta en los semáforos, en las cafeterías, historias de la vida cotidiana, las más emocionantes, historias de categoría, de las que nos enriquecen y nos hacen pensar.






Ese día de carrera y churros, mientras estoy tumbada en la toalla,ahora boca arriba, con los codos apoyados sobre ella para incorporarme, observo cómo un adolescente, con aires de comerse el mundo, pequeños musculitos y cara de circunstancia, esta regateando a un vendedor  ambulante de gafas de imitación, cuestan 10 euros y este joven en cuestión, quiere unas gafas, modelo "top gun", pero las quiere a 7 euros, le regatea hasta agotarle para que al final acepte, si este adolescente supiera de las mafias que mueven esta venta ambulante y que, probablemente, a este pobre vendedor le darán dos duros con suerte y a veces ni siquiera. Una vez me contaron que a veces les dan comida y techo y nada más, una vergüenza.





Al final, este adolescente de hormonas enloquecidas, consigue las gafas por 7 euros, se las pone y se las muestra a sus amigotes todo orgulloso por su compra, sus amigos solo le hacen gestos y alguno se atreve con un “de puta madre tío” o con un “se salen tío”. Mientras, el vendedor sustituye las gafas vendidas por otro modelo que saca de una gran bolsa, las coloca en el muestrario que lleva sobre una mano y se levanta despacio, cuelga la bolsa de un hombro y con la otra mano sujeta el muestrario de gafas. Camina cor dificultad por la arena con sus sandalias  desgastadas y sus vaqueros, su tez de color suda pero el debe seguir adelante, lo necesita, y, aunque este cansado, sigue mostrando a las personas las gafas de 10 euros.

El adolescente sigue de pie, con las gafas puestas, esperando que toda la playa le vea, sus amigos ya se han olvidado de él y se quedan tumbados esperando que las horas pasen y que llegue la noche para darlo todo con gafas y sin ellas.

Observo al joven vendedor, ahora parado delante de una tumbona donde un señor observa las gafas sin tocarlas y con un gesto de mano indica que no le interesa ninguna, el vendedor reanuda de nuevo la marcha y se pierde de vista entre hamacas, sombrillas y montañas de arena hechas por pequeños niños que se divierten, ajenos a gafas, a adolescentes, a runner que observan todo.




Miro hacia la izquierda y me encuentro con una señora que se dedica a untar crema a su hija, también adolescente. Lo que me llama la atención de lo que veo es que la madre le está dando crema por la parte delantera como si la joven, en lugar de manos, tuviese muñones que le impiden darse la crema ella misma, madres con la idea de que sus jóvenes hijas aún son bebes.

Con los brazos extendidos y las palmas hacia arriba,  la joven mira de un lado a otro, esperando que acabe cuanto antes su sufrimiento. Su mirada se clava en el joven top gun, no le quita la vista de encima para ver si el joven de las gafas se fija en ella, él la mira y ella (como era de esperar) mira para otro lado. Ya se han localizado los dos. Ella resopla y espera que su madre acabe pronto.

La madre, como buena madre, se toma su tiempo, le echa por la cara, por los brazos, por el estómago, evidentemente la deja toda blanca, ambos jóvenes se vuelven a mirar, ahora aguantan más la mirada y ella la retira, cuando vuelve a mirar él se dedica a mirar a dos chicas que pasan por la orilla, quizás le llame la atención sus pequeños bikinis, jaja. Ella se enfada como una novia despechada y la paga con su madre, le dice con un tono algo chungo y macarrilla: ¡va, venga mama, déjame ya, que pesaaaaaa (marca bien la a). La madre que también los tiene bien puestos y, aunque la trate como un bebe sabe que es una adolescente a punto de estallar en cualquier momento, le replica: ¿qué quieres, quemartee o qué? Ya sabes que este año el sol esta (las frases no se acaban) ¿Porque siempre dicen que el sol cada año está peor? Si de verdad fuera así, nos achicharraríamos nada más salir a la calle, como buenos vampiros, nos volatilizaríamos, jejejeje!!

Ella vuelve a mirar al chico con la esperanza de que él no haya oído lo que su madre le estaba diciendo, pero el chico ya esta en la toalla charlando con sus amigotes y se ha olvidado de ella. La joven, decepcionada por su joven top gun y llena de crema, se sienta en una silla a rayas azul debajo de la sombrilla también a rayas, se cruza de piernas, coge una revista y antes de ponerse a leer, vuelve a mirar por si acaso, pero nada, él se olvido de ella definitivamente.

La madre si la mira, ella no se olvida de ella ni aunque la joven quiera, la pregunta si quiere ir a dar un paseo. Ahora que está envuelta en crema se puede pasear por la orilla sin peligro a desaparecer por los ataques de los rayos solares. “La chica crema” la mira con odio y, proyectando su ira contra ella, como si fuera el chico de las gafas, le dice: que no, que no paseo joer....que me dejes tranquila…la madre, ajena a la historia que tiene formada su hija en la cabeza con el chico de las gafas de 7 euros, dice: ay hija, esta de un insoportable....me voy con tu padre, vigila la bolsa, anda. La chica, como es de esperar, ni contesta, ni levanta la vista, solo cuando se alejan y ya no la ven, mira hacia sus padres que se alejan a un ritmo de tortuga muy gracioso.
Me siento como James Stewart en la ventana indiscreta….lo observo todo.



Para  terminar con esta ventana indiscreta, os contaré la mini historia de una pareja que se ha colocado a mi lado, bien cerquita, como si no hubiese más playa o como si fuésemos conocidos de toda la vida (que tendrá la playa que a todo el mundo le da por ponerse con la sombrilla encima de uno, da igual donde te pongas, siempre vienen a por ti, ¿de qué tienen miedo? ¿Los espacios entre una sombrilla y otra serán agujeros negros? ¿Si dejan un pequeño espacio, te absorberá ese agujero negro?).


Bueno a lo que iba, esta peculiar pareja me llamo la atención porque ella, nada más llegar, no movió ni un solo dedo, él coloco la sombrilla, la tumbona, la esterilla, la toalla (me daban ganas de ayudarle yo misma). Cuando ya está todo colocadito, ella se quita la parte de arriba y se echa en una tumbona.


De repente el quiere dar un paseo y se lo dice a ella que asiente con la cabeza mientras se levanta de la tumbona. Preparaos, empieza la diversión, el chico le dice: pues venga vamos y ella le contesta: espera cari (esa odiosa palabra, cariiiii, ahhhhh) dice: espera cari, que me tengo que echar crema (dichosa crema, es el día de la crema porque ya sabemos que el sol está este año…ufffff), hasta aquí parece todo normal, van a pasear y ella quiere echarse crema, pues no amigos, no todo es lo que parece, una cosa es echarse crema y otra cómo se la echa nuestra vecina de la tumbona.


El, aparentemente tranquilo, la espera a que se eche la crema con un mini monedero transparente en su mano derecha, ese mini monedero contiene esos objetos tan personales de momento playa, a saber, un reloj y unos euros sueltos, incluso algunos contienen un billete de 20 euros, un tesoro, amigos, un gran tesoro. Ella comienza la aventura de la crema, empieza por los brazos y allí se detiene un largo rato, se recrea en su brazo izquierdo dándose crema como si quisiera desenroscarse el brazo.

Pasa a la parte del pecho (como va en top less se entretiene mucho más, como era de esperar, y eso que las tiene pequeñas), ¿Se hará un bikini de crema para sus pechitos? Por fin acaba con su bikini de crema para la parte de arriba y a continuación pasa al estomago, aquí no se distrae tanto (menos mal), él la mira algo más intranquilo, aún le quedan las piernas y es una chica alta (estamos perdidos), no me había acordado del culo, aquí se detiene otro largo rato, se lo toca y se mete el bikini convirtiéndolo en tanga (y digo yo, ¿Por qué no se pone tanga directamente? Son tantas las preguntas que me surgen de esta nuestra especie y en especial de esta chica). Se toca el culo y se lo palpa para comprobar que es el suyo y que en esos quince minutos que lleva dándose crema no le ha crecido ni se le ha caído.

Por fin llega a las piernas… él la vuelve a mirar, su cejas se están frunciendo, se empieza a poner colorado y no porque le esté dando el sol de cara, menea el mini monedero entre sus fuertes y fibrosos brazos de metrosexual,  se masca la tensión, le va a decir algo, seguro que algo le dice. La vuelve a mirar y le dice en tono serio: ¿nos vamos ya cariño? (ese cariño no me ha sonado nada amoroso J). Ella le mira extrañada y contesta: si, venga vamos, si ya estoy.


Caminan hacia la orilla, ella se sigue colocando el bikini tanga y se lo mete aún más por el culito, al final lo va a hacer desaparecer de tanto meterlo, jajaja!!Camina altiva y se mira sus pechines para ver si siguen mirando de frente orgullosos de ir untados de crema protectora.

Ha sido una mañana llena de emocionantes anécdotas en la arena, podría seguir escribiendo, sobre todo de mi misma, jajaja, porque de esto no nos libramos ninguno, no os vayáis a pensar, todo tenemos lo nuestro y en eso radica la gracia y la diversión, en la variedad.

Después de pasar la mañana en la playa toca, como no podía ser menos, el aperitivo, eso es sagrado, coca cola, tinto de verano, unas patatitas, mejillones, olivitas, ummmmm!!! que sacrificio, eh?? Después de este aperitivo, que a veces demoro para darme un chapuzón en la piscina, me dispongo a comer, esta día de anécdotas playeras toca paellita, rica, rica y de postre, tiramisú, esta delicioso. Después de esta gran comilona acabo reventadita, entre la carrera, la playa, las anécdotas, la piscina, la paella y el postre, no se puede escapar de la siesta, maravillosa siesta.....casi dos horas de siesta.


Me levanto de la siesta con calor, los ojos hinchados como un panda y algo desorientada. Voy derecha a la cocina, abro la nevera y a por la botella de agua fresquita. A partir de aquí comienza la segunda parte del día, la tarde-noche, lo más interesante. A veces un poco de piscina por la tarde, según el día.


En fin, amigos, los días calurosos, largos y llenos de emocionantes cosas sencillas como unas cartas, un parchís o una buena charla en la terraza con algo fresquito para beber y buena compañía, eso, amigos, me hace la mujer más feliz del mundo, sin necesidad de buscar la gran fiesta playera con millones de personas. Eso sí, cuando salgo, no hay quien me pare, me lo paso genial en cualquier sitio porque me encanta bailar y disfrutar de todo.
Me voy despidiendo que ya mañana toca trabajar. Esta semana intentaré leer vuestras nuevas e interesantes reseñas para volver a disfrutarlas y comentarlas con mucho gusto.

Besotes a todos.

viernes, 1 de julio de 2011

LOS PUENTES DE MADISON

DEDICADA A TODOS AQUELLOS QUE VIVEN O HAN VIVIDO AMORES IMPOSIBLES


Amigos blogueros, después de leer la reseña de nuestro amigo bloguero Piru sobre “el jinete pálido” en su blog http://warblackwest.blogspot.com/ (no dejéis de visitarlo). Me preguntaba por qué tan solo he hecho una reseña de una película de mi gran Clint, que encima no es de las buenas, con lo que me gusta a mí este hombre. Debería hacer un ciclo dedicado a él por completo. Igual lo hago. No lo descarto.

Los puentes de Madison, título original “the Bridges of Madison County” esta dirigida, como no podía ser de otra manera, por el gran Clint Eastwood en el año 1995. No solo la dirige sino que también la interpreta junto con la adorable Meryl Streep que lo hace de lujo. El guión, escrito por Richard Lagravenese, es una adaptación de la novela homónima de Robert James Waller y explora la relación entre Francesca, ama de casa, y Robert Kincaid, fotógrafo. Esta película nos situa en 1965. Solo Clint podía sacar de esta novela una historia como esta porque Clint, ante todo, sabe contar y transmitir como nadie.



Francesca, de origen italiano, es un ama de casa que vive con su marido y sus dos hijos en un pueblo perdido, en el condado de Madison. Clint interpreta a un fotográfo del National Geographic llamado Robert que aparece en este pueblo por casualidad. Es un encuentro fortuito entre ambos que les llevará a vivir una preciosa historia de amor.


La interpretación de Meryl Streep me parece sensacional, los gestos los maneja como nadie, nos transmite con ellos el enamoramiento en estado puro, el nerviosismo, las inseguridades, todo con solo unos gestos que me parecen preciosos. Una de las escenas que me encanta, entre tantas otras, es cuando esta desayunando con su familia, la mañana en que ellos se van a una feria, cuando aún no ha conocido a Robert, el fotógrafo, intrepretado por el guapo clint Easwood. Todos están concentrados en su desayuno y ella, sin desayunar, permanece sentada, mirándolos entre orgullosa y cansada, tiene unos gestos y unos movimientos preciosos, apoya su cara entre sus manos como una adolescente a la que dejan llegar más tarde una noche, esta deseando tener tiempo para ella, que la dejen sola para disfrutar de tiempo para ella. Me encanta, sencillamente adorable. Es una escena planting de lo que se avecina.



Por otro lado, nos encontramos con las actuaciones de Víctor Slezak y Annie Corley que interpretan a los hijos de Francesca de mayores. Para mí gusto sus interpretaciones son bastante flojas. Siendo las de Clint y las de Streep tan espectaculares, me cuesta entender que el guión flojeara con estos dos personajes, incluso en los diálogos. Aún así la película es estupenda y sale a flote perfectamente.

La magnífica dirección de Clint hace que una historia sencilla se convierta en una historia viva, llena de sentimientos que te remueven por dentro. Esto es gracias a las pausas, los ritmos tranquilos, las miradas y los planos detalle como la mano en el picaporte, entre otras muchas.


Las localizaciones son perfectas para esta historia, no hace falta verles encerrados en una habitación, haciendo el amor apasionadamente. Con verles en ese puente, mirándose de reojo y verla a ella con los brazos cruzados alrededor de su cintura, como para protegerse de todo, mientras le mira pensativa, ufff!! Una maravilla de escena, la verdad.



El director confía en que solo con esto nos lo cuenta todo, y así ha sido. Sabe manejar perfectamente esas emociones y a través de la cámara lo ve y lo siente. Elige bien en todos los sentidos. El calor insorpotable de verano hace que todo se acreciente, salvo el día de lluvia que la tensión da un giro y sientes ese calor pero de una manera que te da hasta frío por el cuerpo. Ella descalza, el lavándose fuera de la casa sin camisa…detalles, amigos, detalles. Eso es lo importante si queremos transmitir, el cine es imagen. Si además de estas imágenes lo acompañamos de buenos diálogos, la cosa queda bordada. Esta cinta tiene diálogos verdaderamente buenos. Os pongo algunos ejemplos de ellos que me parecen espléndidos.

Francesca

No sé si voy a poder hacerlo

Robert

¿El qué?

Francesca

Concentrar toda mi vida entre hoy y el viernes


Robert
Los viejos sueños fueron buenos sueños. No se realizaron pero me alegro de haberlos tenido.

Solo lo diré una vez, no lo había dicho nunca antes, pero esta clase de certeza se presenta solo una vez en la vida.

Creo que los lugares en que he estado y las fotos que he hecho durante mi vida me han estado conduciendo a ti.



La banda sonora acompaña de forma suave, como una leve brisa en medio de tanto calor. El vestuario esta perfectamente elegido. Con unos vestidos fresquitos, de  los de andar por casa, abotonados en la parte delantera, dejando entrever la sensualidad de una mujer madura.

Esta película es un romance en toda regla, donde la naturalidad de las acciones, el transcurrir del día a día, se adentra en tu corazón y te hace ser Meryl Streep desde el principio, sentir como ella, saber por qué ocurre lo que ocurre y comprenderla. Es una película que no resulta ni pastelosa ni blandita. Es esencialmente amor, enamoramiento al 100% y eso, cuando llega, no se puede dejar escapar.


Clint tiene una manera de dirigir que te hace sentir en todo momento. Es un director de personajes, de situaciones y de ambientes que engloban una característica común: sentimiento. Pese a que ha hecho películas de todo tipo de género, cuando nos presenta estas películas que cuenta de manera tan tierna y sutil una historia de amor, te enternece, te enamora por cada poro y quieres estar dentro de la película, pasando calor, andando descalza y tomando limonada fresquita.

Es una de mis preferidas de Clint y la he visto varias veces porque no me canso. Es una pequeña joyita del cine y la guardo en frasco pequeño. Esta la tenéis que ver, no dejéis escapar al amor o al menos no dejéis escapar esta película.


Os dejo una de las dos cartas que escribió Robert a Francesca y que ella guardo para siempre. Esto sí es amor de verdad.



Querida Francesca:

Te envío dos fotografías. Una es la que te tomé en el campo a mediodía. Espero que te guste tanto como a mí. La otra es de Roseman Bridge antes que yo retirara la nota que tú habías clavado allí con una tachuela.

Estoy sentado aquí, recorriendo las zonas grises de mi mente en busca de cada detalle, cada momento que pasamos juntos. Me pregunto una y otra vez, "¿Qué pasó en Madison County, Iowa?", y trato de armarlo todo. Por eso escribí el breve texto "Al caer de la dimensión Z" que te envío, en un intento de aclarar mi confusión.

Miro a través de un lente, y estás tú en el otro extremo. Empiezo a escribir un artículo, y estoy escribiendo sobre ti. Ni siquiera sé muy bien cómo volví aquí desde Iowa. De alguna manera el viejo camión me trajo a casa, pero apenas recuerdo los kilómetros que recorría.

Hace unas semanas me sentía equilibrado, razonablemente satisfecho. Tal vez no profundamente feliz, tal vez un poco solo, pero al menos contento. Ahora todo ha cambiado.

Ahora sé que estuve yendo hacia ti, y tú hacia mí desde hace largo tiempo. Aunque ninguno de los dos percibía al otro antes que nos conociéramos, había una especie de certeza inconsciente que cantaba alegremente bajo nuestra ignorancia, asegurando que nos reuniríamos. Como dos pájaros solitarios que vuelan por las grandes praderas por designio de Dios, en todos estos años y estas vidas hemos estado yendo el uno hacia el otro.

El camino es un lugar extraño. Por él andaba yo arrastrando los pies y allí estabas tú, caminando por el pasto hacia mi camión un día de agosto. Viéndolo retrospectivamente parece inevitable (no pudo haber sido de ninguna otra manera), un caso de lo que yo llamo la alta probabilidad de lo improbable. De manera que aquí estoy, andando por ahí con otra persona dentro de mí. Aunque creo que lo expresé mejor el día que nos separamos, cuando dije que hay una tercera persona que hemos creado de nosotros dos. Y ahora me acecha ese otro ser.

De alguna manera tenemos que volver a vernos. En cualquier lugar, en cualquier momento. Puedo ocuparme de los pasajes de avión, si eso es un problema. Me voy al sudeste de la India la semana que viene, pero estaré de vuelta a fines de octubre.

Te amo. Robert.

PS: El proyecto de fotografía en Madison County salió muy bien. Búscalo en NG el año que viene. O dime si quieres que te mande un ejemplar del número cuando se publique.