Hola a todos!!!
Después de más de un año he vuelto a mi blog. Ya lo echaba de menos. He comenzado con un pequeño relato del Corsario Negro.
Este relato me lo ha inspirado un corsario valiente, pero tierno por dentro como un donuts, que lucha cada día por agradar y hacer feliz a aquellos que le rodean, se preocupa de todo y de todos y no espera nada a cambio. No es vengativo como el Corsario de Salgari, ni mata a sus rivales, más bien los ignora porque no merece la pena preocuparse por aquellos que, sin darse cuenta, dejaron helar su corazón. Este corsario es todo un pirata, en el buen sentido de la palabra, y va surcando mares en busca de nuevas aventuras, como buen corsario.
Blogueros, por aquí estaré para compartir películas, relatos y todo aquello que se me ocurra para despertar una sonrisa en vosotros, o al menos, un pequeño momento de entretenimiento.
Saluditos
lunes, 1 de julio de 2013
EL CORSARIO NEGRO
El
corsario negro se despertó, estiro los brazos y casi rozó la madera del techo
del camarote con sus largos dedos, se levanto enérgicamente, se calzo sus
grandes botas, se ajusto el ancho cinturón con su espada y, saliendo al
exterior con el sombrero en la mano, miro a su alrededor con aire inquieto y se
lo coloco de medio lado.
Recordó
haber soñado algo agradable, de aquella tarde pasada, donde, en la taberna,
aquella chica de pelo negro y rizado le sirvió una jarra de vino con una
gran sonrisa, el corsario le devolvió la sonrisa y le pago con un doblón de
oro, y ella, cogiéndolo con dos dedos, lo dejo caer entre los encajes de
la parte superior de su corpiño, y, girándose de forma grácil con una mano
en la cintura, se alejo hacia la barra. Él se quedo pensativo, mirándola, hasta
que un golpe seco en la espalda le hizo reaccionar, era uno de sus hombres, que
medio borracho le decía: debemos marchar ya.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)